Nuestro viaje a Praga coincidió con la época navideña lo que hizo que la descubriéramos de una forma más entrañable. En la Plaza de la Ciudad Vieja, epicentro de la vida de sus habitantes, disfrutamos de su mercado navideño, degustamos el Trdelnik, su tradicional dulce y contemplamos el espectacular Reloj Astronómico. Mas alejado de allí atravesamos el majestuoso Puente de Carlos, visitamos su Castillo del Siglo IX y observamos las panorámicas de la ciudad desde sus magníficos miradores